domingo, 21 de octubre de 2012

Cristianos olvidadisos

Extraído de la revista llamada de media noche. Por considerarlo importante lo publicamos.

Siglos de pensamiento antisemítico han llevado a que en muchas partes se deje de recordar que Jesucristo vino a este mundo como judío, que murió como judío, resucitó como judío, regresó al cielo como judío y volverá como judío.
Para el Apóstol Pablo, que era el apóstol para los gentiles (Ro 11:13; Gá 1:16; 2:2,7), esta verdad tenía mucha importancia, como se ve en su carta a Timoteo: “Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio” (2 Ti 2:8). 

La segunda carta a Timoteo es la última carta del apóstol, escrita poco antes de su muerte (2 Ti 4:6). En cierto sentido ese legado, su testamento espiritual. En un testamento se mencionan cosas que son especialmente importantes y que se quieren dejar para la posteridad. Entre otras cosas, para Pablo era importante señalar que Jesucristo provenía del linaje de David, para que ese hecho no cayera en el olvido. Si esto no hubiera tenido importancia para él, habría dicho simplemente: “acuérdate de Jesucristo”, pero él agrega: “del linaje de David”.
 

La carta se dirige a Timoteo, instituido como maestro espiritual en Éfeso (1 Ti 1:3). Esta era la iglesia sobre la cual el Señor se lamentó más adelante, diciendo:
 “Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor” (Ap 2:4). 


¡Qué bueno sería que los líderes espirituales de las iglesias
 y de los lugares de preparación teológica recordaran que Jesucristo viene del linaje de David, y que hicieran recordar esta verdad a aquellos que han sido puestos bajo su responsabilidad!

A lo largo de la historia de la Iglesia, esta verdad no ha recibido la atención que merece y ha caído en el olvido. ¡Jesucristo, el redentor prometido por Dios, es un descendiente directo de David y de la tribu de Judá! Parece que el Espíritu Santo hubiera puesto esta exhortación en el corazón de Pablo, el apóstol de los gentiles, porque sabía que esta verdad sería muy atacada en el futuro. Y así fue, ya que vemos que con el correr del tiempo, esta verdad ha sido desplazada de la memoria de muchos cristianos. A Jesús, sin embargo, no se le puede separar del judaísmo. Este hecho adquiere mucha relevancia en la predicación del Apóstol Pablo sobre el evangelio. Era parte de su mensaje a los pueblos no judíos, y se mostraba interesado en que siguiera en su memoria. Pablo también puso especial énfasis en el linaje de Jesús en Romanos 1:3:
 “Acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne”. 

Nacido como ser humano, Jesús es descendiente del Rey David y por lo tanto, totalmente judío. Pablo pone énfasis en la figura de Jesús como el Dios verdadero que también se hizo totalmente hombre, y como tal era un verdadero judío. Esto nos lleva a la conclusión de que Él sigue siendo judío ahora, después de Su resurrección: un verdadero hombre y un verdadero judío. Cuando el Señor Jesús vino a esta tierra, se despojó de Su deidad, pero sin dejar de ser Dios (Fil 2:6-7). Se convirtió tan completamente en ser humano que era totalmente dependiente del Padre en el cielo. Cuando el Señor regresó al cielo, volvió a tomar la posición divina de la que antes se había despojado, pero sin dejar Su humanidad. Regresó a la casa del Padre celestial como verdadero Dios y verdadero ser humano. Allí se encuentra hoy como sumo sacerdote divino y humano e intercede por Su iglesia. Por eso es que primera Timoteo 2:5 dice:
 “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”. Esta es – además de otras razones bíblicas –la razón principal por la cual apoyamos a Israel: porque estamos del lado de Jesús, quien es judío y quien regresará como judío. 

En el primer versículo del Nuevo Testamento dice:
 “Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham” (Mt 1:1). Cuando nació Jesús, el ángel de Dios anunció: “Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor”(Lc 2:11). En Apocalipsis, Juan es consolado con la siguiente promesa:“Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos” (Ap 5:5). En el último capítulo de la Biblia, que se dirige a la Iglesia, dice que el Señor viene otra vez: “Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana… El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús” (Ap22.16,20).

Jesús, aun estando en el cielo,
 continúa siendo la raíz de David y volverá como tal. En 2 Juan 1:7 encontramos un pasaje que nos muestra lo peligroso que es perder de vista la verdadera humanidad de Jesús: “Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo.” 

Este “no confesar” no significa solo negar que Jesús, como verdadero y eterno Dios, se hizo totalmente hombre, sino que también implica la negación de Su segunda venida como hombre. Recientemente escuché decir a alguien: “Quien cree realmente que Jesús regresará, no tiene una fe correcta” Afirmar que la segunda venida corporal de Jesús es cuestionable, espiritualizada, o incluso negarla, es una postura anticristiana. No sería sorprendente que el anticristo se encontrara detrás de ello. Es incluso posible que  niegue la segunda venida corporal de Jesús, y se ponga a sí mismo en el lugar del Cristo que viene otra vez.
 

También Pedro señala el peligro del fin de los tiempos de negar la segunda venida de Jesús: “Sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación” (2 P 3:3-4).

La segunda carta de Pedro, al igual que la primera, estaba dirigida a judíos creyentes (1 P 1:1; 2 P 3:1). La expresión “los padres”, por lo tanto, se refiere a los patriarcas judíos de la fe, que esperaban una aparición literal del Mesías.

Esta verdad será puesta en duda en el fin de los tiempos, e incluso se burlarán de la misma. ¿No sería posible que el anticristo se aprovechara de eso? ¿No podría ser que él mismo fuera en un futuro el que comience a propagar este tipo de blasfemia para seducir al pueblo judío y ponerse él mismo en el trono? De cualquier modo, vivimos en un tiempo en que se cuenta cada vez menos con la segunda venida corporal del Señor Jesucristo. ¿Por qué? ¡Porque vivimos en los últimos días!
 
      

2 comentarios:

  1. CREO QUE CON TODO LO QUE USTED EXPRESA , SOLO DA A SABER QUE AUN NO A DADO, CON LA VERDAD Y SE CONTRADICE DICIENDO QUE YESHUA ES DIOS, CUANDO DICE QUE FUE ""TOTALMENTE DEPENDIENTE DEL PADRE QUE ESTABA EN EL CIELO, RECUERDE QUE TAMBIEN DIJO QUE NO""PERDIO SU CUERPO HUMANO Y QUE ASÍ ESTA SENTADO A LA DIESTRA ABOGANDO POR NOSOTROS ANTE EL PADRE "" SOLO LE RECORDARE QUE SI ESTA EN EL CIELO EN EL REINO DE DIOS .NO PUEDE A ESE REINO ENTRAR CON UN CUERPO HUMANO, PUES EL NO ES MENTIROSO ,(SEA TODO HOMBRE MENTIROSO MAS DIOS VERAZ ) EL DICE EN SU PALABRA, QUE A ""NUESTRO REINO NO ENTRA CARNE NI SANGRE "" EL NO DICE UNA COSA Y HACE OTRA, TODABIA NO ENTIENDE VARON Y SOLO SABE QUE YESHUA ES DIOS PERO USTED, NO TIENE EL CONOCIMIENTO NI EL ENTENDIMIENTO DE DEMOSTRAR QUE EL ES DIOS, SI FUERA ASÍ, NO ESCRIBIRÍA DE ESTA MANERA, EN CUANTO A LA SEGUNDA VENIDA EL VINO YA Y VINO EN CARNE QUIZAS USTED SE ESTA QUEDANDO , PERO COMO NO OYE GRITOS NI LAMENTOS NI LE HA VISTO EN LAS NUBES CON LOS ANGELES TOCANDO TROMPETAS CREE QUE NO HA VENIDO, PUES LE VUELVO A DECIR EL VINO YA, POR SEGUNDA VEZ, Y VINO EN CARNE, PERO EL SECRETO ESTA: (EN QUE NO VINO CON RELACION AL PECADO ). PAZ DEL GRAN YHWH YESHUA.

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    1. Responda usted que dice y niega la verdad escritural, con que cuerpo resucito Yeshua?

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